Rafael tiene una mesa de trabajo preparada en el vestíbulo del centro de congresos isleño. Sobre ella una guitarra a medio hacer. Al lado otra mesa en la que pueden verse piezas de este instrumento de tanta tradición española. Rafael llega con su maletín en mano, y pronto comienza a hablar de su pasión, la guitarra. Pasión como guitarrero y guitarrista. Es ambas cosas. "Los flamencos las prefieren de ciprés, porque es la madera con la que se hacían antiguamente", comenta conocedor de la materia. Esta muestra forma parte de los elementos expositivos que durante estos días se pueden visitar en las instalaciones de la calle Real: como los paneles con imágenes camaroneras.
Método de Cante y Baile. Flamenco y su acompañamiento; Enrique Morente; Lo mejor de los Chichos; Método de Guitarra Flamenca desde el compás. Son algunas de las publicaciones que se exponen en San Fernando, como ejemplo de la didáctica del flamenco. También enseña sus secretos en parte la exposición artesana, con la obra de Rafael Romero, de cuyo mimo nacen guitarras muy preciadas. Ayer explicaba a los representantes municipales la complejidad del proceso creativo. "Tengo que elegir las maderas. Por ejemplo, de la tapa. La sueno y estudio la vibración. Tiene que tener una dureza y la veta recta, junta, así es mejor, y más cara", apuntaba. Antes este ingenio se hacía con pinsapa, pero actualmente las maderas se importan de todos los lugares del mundo. El recorrido a la inversa que hace el flamenco, exportando a distintos puntos del planeta donde aprecían este arte. Donde Camarón de La Isla sigue siendo una garganta sagrada. El cedro rojo viene de Canadá, el abeto puede ser alemán o americano, el palo santo llega de Brasil. La India o Madagascar son otros orígenes. "Cada madera tiene su sonido característico". Cada guitarra necesita sus cuidados. "Esas guitarras -señala donde cuatro instrumentos descansan ante la mirada del visitante- han estado todo el día expuestas al aire acondicionado, un aire seco; y yo noto que la madera se contrae, y el barniz se arruga".
Las fotografías vinculadas a Camarón, con el como protagonista o con lugares esenciales en su vida, completan el material: en la Venta de Vargas cantando; el exterior y el interior de este enclave; el puente de Lavaera; la fachada de su casa; la fragua; la calle Carmen; la Iglesia Mayor; la estatua de Camarón o el mausoleo en el cementerio municipal. Obra todo de Lolo Picardo.
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